viernes, 10 de febrero de 2017

Me arde el pecho

Impregno la nariz en tu espalda
Inspiro hasta el último ápice de tu olor
A fuego lento me preparas los minutos
Desgarro el aire que nos separa para respirarte
e intento con fuerza y en vano
que no se me vaya de las manos
Espasmos y gritos descontrolados
que hablan lo que no se como explicar
Lo que ya te he dicho mil de veces
y aún sigue ardiendo en mi pecho
Por eso regreso al papel,
y te escribo un nuevo poema
Me cantas mientras friegas
Me encantas todo el rato
Me siento la maldita reina del mundo
no...la diosa del universo,
aquí despeinada y sin duchar
con cara adormilada,
desayunando mi más preferido manjar
El sentimiento que me plena
es más grande que el amor,
más irracional que la locura
y más bello que cualquier flor
de cualquier jardín repleto
de diferentes y coloridos pétalos,
más bestia que una fuerte pelea
entre campeones de lucha libre,
incluso más feroz que una ceja partida
de la que no deja de brotar sangre
Es intenso y colosal,
y lo mejor de todo: ES.
Me hiela las manos y los dedos
si no lo escribo, si no lo digo,

si no te huelo.

jueves, 9 de febrero de 2017

De acción y pensamiento

Tras el oscuro fondo de los ojos cerrados
puedo discernir claras, cinéticas y fugaces
las líneas, formas y matices
de aquello que me ronda la cabeza.
Froto con fuerza las cuencas y veo claro
las redes que lo rodean; - a aquello-.

Con férrea mira de acción
me rasco los bichos del sueño, observo:
Las líneas están latiendo
ideas y pensamientos,
cazan la existencia de las estrías
y al frente, los ojos atentos,
con letras que no traducen
los actos que sí concluyen
en libros, ahora abiertos.


domingo, 5 de febrero de 2017

Las pequeñas grandes cosas

Dicen que cuando te colocas una prenda de vestir del revés es porque vas a recibir un regalo. Cada vez que yo me pongo alguna prenda del revés, recuerdo todas las cosas bellas que me regala la vida. He de decir que me pasa mucho más que muy a menudo. Reflexiono y me percato de que estoy hecha para observar y sentir lo esencial...Y doy gracias.


jueves, 2 de febrero de 2017

Semántica vital y quereres.

En la incesante búsqueda de la semántica vital
me digo...

Quiero crear cosas grandes y bonitas,
forjar algo.
Tengo hambre de cocina experimental,
sed de papeles únicos
salpicados de letras insólitas;
Tengo un hueco que reclama transformar
en 'big-art' el garabato
que mis manos embadurnan,
y cuatro dosis de pereza entre las venas
que me callan y me tumban.
Toman partido las voces
de grandes temores ocultos
y salen los riegos de sangre en la mente
tiñendo las inspiraciones con excusas
y manchando de elocuencia voces puras.

Quiero crear cosas inmensas y dignas,
fraguar algo.
Tengo ansia de exprimir la inspiración
y nunca dejarla seca,
de viajar hasta el último rincón
y de estar plena.
Pero me temo que no hay vidas
suficientes para tales tareas
para visitar tiempos y tierras
para aprenderlo todo...
ni para saberlo a medias.

Y menos aún podré llegar lejos
por mucho que ansíe o que quiera,
si me ganan el pulso a diario
las voces de la eterna espera,
que desencadenan en brazos y dientes
los movimientos pequeños e insuficientes
reflejos e intermitentes
que la cultura del mínimo esfuerzo me inyecta.
Y aquí hablo en tercera persona
me excuso y excluyo la culpa que me apoltrona
es duro mantened la ética y la postura
entre los lados profundos de mi locura.
Seguid el hilo, captarlo
gran y ardua tarea aprehender algo...

Y a pesar de todo ello...
quiero crear cosas nobles y bellas
pero una barrera -que siempre soy yo-
me hace dudar y me frena.
Se realista Elena...
que lo costoso es más que constancia;
-que también...y mucho-
es encontrar esa cosa grande
coger tu vida entera
y por ella apostarla.
Voy con todo a "lo que sea"
con sudor, fuerza y pelea.
Voy a ser escritora, maestra
o lanzadora con onda de piedras...
lo cierto, no tengo ni idea.
-bueno sí, quizás demasiadas de ellas-
pero quito la mano del fuego,
y aparto la mirada algo cansada
de ese punto alejado del horizonte
y por un instante todo se vuelve perfecto.
Retorno a este presente y me relajo,
sigo andando,
voy rodando en marcha primera
sin perder las ganas de inmensas hazañas,
pero observando todo aquello que me rodea
huelo, veo, oigo y siento
y me permito gozarlo sobre mi lengua
y esto me calma y me templa.

En la incesante búsqueda de la semántica vital
me digo...
Quiero crear cosas grandes, dignas y bellas
Pero mientras llego a alguna de ellas
me deleito del sendero,
de estar algo tarada

y de crear cosas pequeñas.