Recitar poesía desde la cama
Tender las sábanas en verano
Ver el ropero ordenado
El chocolate antes de acostarme
Los masajes, así en general
El sonido de la lluvia en la furgoneta
El sol temprano
Dormir hasta tarde
Hacer música y ver hacer música
Los escenarios en las terrazas
Las señales del universo
El té por acabar
Como un tic de supervivencia
Oír el silencio
Roto por el canto de los pájaros
ajenos a todo lo que soy
El agua fría para el calor
Mi querida estufa en esas noches
Que me duela de reír
Bailar en bragas
Las buenas críticas
Convertirme en ermitaña de vez en cuando
Escribir para reconocerme cinética
Cambiar aunque solo sea
para que broten nuevos poemas
Las ventanas sin cortinas
La gente bonita como regalo
Los autoregalos
La suerte a raudales que agita mis alas
El fuego
Los juegos
El arte que hay detrás de lo más simple
Ese rayo de sol
que la nube convierte en magia
Tener agujetas por tres días
Acordarme de los sueños y contarlos
antes si quiera de abir los ojos
Los reposos sin manos
Los triángulos, los círculos, la sincronicidad
La verdad
Correr muy rápido porque sí
Las manos, así en particular
El paso del viento
Respirarle a la tormenta que nos cubre
El beso del tiempo
El poder de este poema para ser eterno
Todo lo que aún callo
Y tanto del resto