Candente exclamación de abril
Borboteas mi epidermis con tu luna
Las baquetas marcan el ritmo sagrado
Del ineludible viento metal
Y relincha alada y dichosa la noche
Que mojada pretende dormirnos
Sólo veo el siguiente paso
Sencillo movimiento de reina roja
Ganando el espacio del tempus fugit
Del subconsciente que decide antes
Del diferente modus operandi
Y la cautela toma ventaja
Claro resultado de memorias descubiertas
El arte de la prudencia retorna desde el sur
Para usarlo de nuevo
Posponiendo todo que no sea
Dejándome ser
Presenciando la luz y la paz
Y todas sus ciencias y su discurso perspicaz
Y con todo y sin nada
Inevitablemente la rueda gira desbocada
Hacia el aprendizaje voraz de la vida humana
Desnuda, liviana
La runa que saco recae en mis pies
Y escribe en el techo de mi cueva
Lo que solo en el silencio se proclama
Convierte la esencia en palabra
La reacción química en sonido ancestral
La decisión en hilo movido por algo más sabio
Residente perenne de la consciencia superior
Que marca cada uno de mis pasos
Echo el cuerpo al nado
Mientras la carne de mis labios cree decidir cantarle a la incomprensión
Me quedo un bocado de tiempo para sobrevivir
Para aprender la lección
Y sin poder si quiera elegir
Si parar el poema o seguir
Me conviertes en verbo irracional
En dolor en maxilar, en espejo,
en despertar...
En mar.