Blanca penumbra, pegajosa y destructiva
Huelen las cortezas de tus seres
al deseo anticipado y a noche temprana
Duermo en el sueño y el resto pasa más deprisa
Volteas con bastante impedimento
un reflejo deslumbrante
que se pule con el viento vespertino
y recorre lo de dentro de mi sangre
Contenta, con- ten- te.
Y en el 'por fin' se respira caliente
un atisbo de contradicha
Para después de muchas victorias
en pocos minutos
ser solo ceniza.
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