viernes, 30 de diciembre de 2016

Aire contaminado

Las partículas se adueñan de las narices ajenas;
de la mía no, hoy no.
Poluciones que se establecen conquistadoras
en los pulmones de quien respira
De quién allí viva.
Mi decisión, la mejor que he tomado en mi vida,
traer la bici a esta villa
y respirarle al humo de la calidez hogareña
dejando atrás los tubos de escape
que tanto han ido delante de mi,
-fueron, allí, antes...-
formando en mi frente un paisaje
apagado de vida, con ruido y bombillas
con firmas y trajes.
Relajan mis fosas nasales, se mudan,
desnudan en el escaparate
a los maniquíes y los autos locos
se convierten en plantas de romero
y cabras blancas con regirados cuernos
Echan a correr hacia la libertad de las montañas
y se encuentran con la felicidad de frente
La nube de contaminación solo se ve de lejos
y a veces en la tele
Tus ojos se ven más
y mejor que cualquier cosa
Y entonces, me siento dichosa
por elegir, por escoger
por la senda, por el balcón
y por las baldosas
por ti, por la habitación,
por las chimeneas, por la decisión.


-Por huir de la contaminación, y estar orgullosa-

jueves, 22 de diciembre de 2016

martes, 20 de diciembre de 2016

Metas y minutos, muchas y pocos.

            De la misma manera que empiezo tantas a veces a dibujar, sin haber esbozado en mi mente, ni si quiera un ápice de la imagen que pretendía mostrar, de esa precisa y particular forma, voy a comenzar esto.
            Puesto que no tengo ni la menor idea de lo que es, cuando he llegado a la parte "voy a comenzar..." solo he podido afirmar con rotundidad que iba a hacer algo, y que ese algo lo iba a plasmar aquí. Así que la palabra "esto" era la idónea para la crucial tarea de completar una frase como esa.
            Aunque parezca que ya no puedo encaminar las letras, que me salen de las uñas, hacia la poesía, el cuento, el ensayo o la novela negra... no es cierto. Vamos a permitirnos un lapso para reflexionar. Todas, absolutamente todas las cosas, estilos, propósitos, actos, palabras, gestos, o... qué se yo, todo lo que se te ocurra, pueden desembocar en lo que te propongas. Tu realidad puede convertirse, sea cual sea, en tu sueño.
            Cojonudo, ya tenemos epifanía moral para hoy. Bueno, para los próximos cinco minutos, bien sabido es que hoy en día los pensamientos productivos nos duran más o menos lo que nos cuesta volver a entrar en Internet, fumar algo, o contestar a un mensaje.
            Pero aún no han pasado cinco minutos, bueno, por lo menos para ti, yo tomo una pizca más de tiempo en construir y enlucir las frases, que tu en contemplar la chabola. Es curioso, porque iba a escribir palacio -y aquí se entrevé un poco del trabajo que realizan mis neuronas- pero en mi cabeza he formado una imagen, era fría, falta de vida. La imagen era de un palacio abandonado por reyes, nobles o archiduques olvidados que no llegaron hasta nuestra época. Se ha formado una fotografía mental de paredes añorando seres que ya no existen; luego a se ha borrado, y la palabra chabola (primero la palabra, y luego su representación) han aparecido en el teclado, y se han escrito.
            Antes de poder reflexionar sobre lo que me ha hecho decantarme por esa opción, me he permitido incidir en lo que me ha hecho descartar la primera. Y como tengo la libertad de no haber decidido de antemano lo que quería escribir me he permitido la grandeza de hacer lo que me diera la gana con "esto", con mi chabola de hoy, con mi choza de cinco minutos.
            Supongo que, y siguiendo con el hilo de todo "esto", el porqué de haber empezado a escribir, ha sido suscitado por el ferviente acojonamiento que nos inunda cuando queremos perseguir un sueño.
            Hay quien lo tiene "relativamente fácil", toma eufemismo, lo tienen igual de difícil o más que cualquier otro. A lo que quería referirme es a que hay quien tiene un paso adelantado en el camino. Personas que desde hace tiempo tienen una meta establecida, clara y señalizada en su mente, y no veinticuatro, una por año, como me pasa a mi - y a otros muchos-.
            Hay quien sabe que quiere dedicarse a la pintura, a la música, a la escultura, a la docencia, hay quien sueña con tener un bar, con montar un dojo o con formar una familia. Hay quien es escritor y lee y escribe hasta poder decir que lo es en mayúsculas, o por lo menos hasta poder ser digno de denominarse como tal. Hay quien es escalador y se forma día y noche, en cuerpo y mente para lograr sus propios encadenes. Hay quien quiere tener un negocio millonario y pasa por encima de quien sea necesario, agarra su agresividad y lo consigue. O fracasa. Igual que todos los anteriores, tienen un sueño que probablemente consigan, o no, o lo hagan por un tiempo determinado... pero ese es su sueño.
            Luego los "habemos", que en un mismo día escribimos, leemos, pintamos, dibujamos, esculpimos, bebemos, cocinamos, nos cambiamos de bragas, vamos a trabajar y cortamos ajo, pensando mientras en cual será el camino hacia el que debemos enfocar nuestros esfuerzos. En ocasiones se encienden lucecitas en el entramado del multitudinal cruce de profesiones o "formas de vida", que te hacen querer seguir unas más que otras...
            Pero me remito a lo de "mi choza de cinco minutos". Nos duran poco las luces encendidas, o permanecen así, pero no son las únicas. Y hay otras, tantas tantísimas... que la concentración, la constancia, la práctica diaria, la rutina...se hace inviable.
            El claro ejemplo de esto es que, quiero ser escritora pero no he podido acabar nunca una novela. Me van los relatos cortos, los cuentos cortos, la poesía es perfecta....pero no la estricta, que esa me haría dedicarle más tiempo.
             Soy el claro ejemplo de la sociedad de la inmediatez, en la que escribir más de un folio es una burrada que muy pocos conseguirán terminar de leer; en este y en el resto de los ámbitos de mi vida, lo soy. Que no haya terminado los brillos y las sombras de mi miniatura Vanja, o no haya aprendido más canciones con la guitarra, y que las que me sabía se me están olvidando... se pueden incluir en la cesta. 
             Una sociedad, un mundo, en el que queremos todo rápido y ahora, en el que tengo tantos libros empezados y sin terminar, tantas listas de muchos aún ni comenzados, y desde mi punto de vista, menesteres para quien quiere considerarse profesional de las palabras... Tanto de todo y de nada.

            Una sociedad, un mundo, una vida, esta, la mía, en la que me apetece escalar en la misma proporción en la que no me apetece, en la que pensar en oposiciones para ser maestra es una locura tremenda después incluso de haber terminado una carrera (una carrera entera). En la que quiero hacerlo todo, y al final no se que hacer, y cuando no se que hacer...¿sabéis lo que hago?. Dibujo, escribo, canto, leo... O inspiro, y me tiro en el sofá, y pienso en como me marean los destellos de las luces que hay en el cruce de caminos. La gran intersección de vidas que hay justo enfrente de la chabola, a algo más de cinco minutos.


-Y de mientras escribo, los minutos que aguante mi aguante-

martes, 6 de diciembre de 2016

"De pasar página" o "etapas y capítulos de mi vida"

Este capítulo, este mismo que ahora preside mi historia, este trozo de existencia -que leo, observo, escucho y siento-
me entusiasma y me embriaga. Conforme van sucediendo y avanzando los sucesos que lo conforman, aumentan estrepitosamente las ganas de permanecer eternamente en él -tocándolo, riéndolo, susurrándolo, sintiéndolo-. 

Soy consciente de lo feliz que fui, de lo feliz que sería si me faltara esto que tengo, que ahora parece mío, y que sé con certeza, no lo es. Entiendo que sin ello la vida seguiría siendo bonita, siempre ha sido increíblemente bella. Pero... ¡ay! amigos, pero cuan dotada de hermosura es ahora, que la ideal compañía está en ella. Cuanto cuantísimo... Tanto que me escuecen los ojos de reírle a mis días y soñarle a mis piernas, que corren exhaustas por el camino que este estupendo pedazo de historia y de vida, abarca. Y descansan, además de correr, entre los ochos enroscados de ambos pares, de tus rodillas en mis lunares, de las agujas en los pajares. Y la encontré, y quisiera pincharme, donarle mi sangre, y leernos el hambre.


Y en ello estamos, leyendo, y sin querer acabarnos.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Poemas cuando no hay poemas.

Y retorna incesante 
el paseo de las yemas 
por las letras iluminadas 
de algo que ya no es tinta.
El día me gana, y me dice: 
descansa, relaja, cama. 
Y cesamos las letras, 
mis metas y yo. 
Ideas para libros, 
concursos en la agenda, 
recuento de relatos, 
personas y poemas; 
Librar de cortar ajo, 
cortar después la mano.
Besar, perder el tiempo, 
dejarlo 'pa' otro rato. 
Crujir, contar el viento...
y verlo allí lejano. 
Ya triunfaré mañana, 
que hoy hace frío
que cerca del fuego 
se está muy bien
y no necesito más aliño...
-Solo piel-

Elena
2 Diciembre 2016

La gota que cae de mi cielo al mundo, y te encuentra en medio.


La calma suprema y el éxtasis 
concentrados en una misma gota de sudor.
Se abalanza esta sobre mi frente 
con sentimiento competitivo y bélico, 
queriendo ser más grande con la desaparición de las otras. 
Se entremezclan de repente las más valientes 
con el rostro de la magia, 
y se hacen el mismo bien 
que el eucalipto respirando tierra, 
y a su vez devolviendo vida. 
Lo banal de una funda de sofá 
o los colores en los manteles 
son suficientes para despertar el sentimiento y los abrazos. 
Me gustan tus lazos y mis gracias. 
Me gusta reírnos, levantarnos 
y dormir por las mañanas. 
La gota se seca con el roce de los labios y las sienes, 
ya forma parte 
de la pizca más de amor 
que le tengo yo a la vida. 
Ya es mía, en recuerdo o revivida
Será llamada gota suicida, 
que resucita en el aire fresco que deja la lluvia al bañarnos
la felicidad, el amarnos, 
y un trecho de campos... 
que nos separa del reino de asfalto.
-Estamos rodeados de belleza, 
empezando por uno mismo, 
pero desde el bosque se ven mejor las estrellas, 
en el cielo y en el corazón.- 

jueves, 1 de diciembre de 2016

Acto primero. Suena el teléfono y es la vida.


[Palpita el teléfono en la mesa mientras se ilumina una fotografía en particular. 
Descuelgan -su voz- las palabras al otro lado, es la Vida, tiene un regalo. 
No permito que hable -la Vida, ni la voz- ya me habéis dicho suficiente dentro y fuera de la comodidad de los buenos silencios]

-¡Buenos días por la mañana! O buenas tardes... Buenas noches si lo prefieres; no se en qué instante del día se encuentra el Amor en su morada. Creo que en todos al mismo tiempo. Atraviesa cual viento por el interior de las alcobas, y sale para darle color a lo que se ve desde el balcón. 
El pasaje del temor pinta divertido si ayudas con los hilos del destino a que sea compartido; ingenuos a cualquier plan o su ausencia, nos dejamos llevar. Y nos llevamos miles de cosas, y nos damos cuenta de pocas, y nos cercioramos de una enana fracción de todo ello. Y te damos las gracias, Vida, a ti y a tus pequeñas criaturas -a nosotros- de una manera tan fugaz y escasa, que da miedo. 
Tu hermana Tierra se da cuenta del despecho, y se venga. Algunos piensan en respuestas y castigos... yo en seguir escuchando lo que tienes que decirme. Bueno, menos hoy, hoy la que habla soy yo. Tu me escuchas, voz, Vida...eres increíblemente bondadosa con mi persona... Tendría suficiente con las raciones de comida justas cada día, pero -nos- tenemos un poco más, para sentirnos satisfechos. "Satisfecho" por dos, o por tres, ¡quién sabe! Se multiplica la felicidad cuando la nevera está repleta y el corazón rojo de alegría y de sangre en latido continuo y vivaz. 
Bueno, que era un pretexto sin forma y con cuerpo para darle las gracias Señor y Señora de Sueños y Viento. Te lo intentaré transmitir, siempre que pueda, con mis sonrisas a colores en paraguas y en biombos. Y en la quietud, por las noches, cuando hablo con mi esencia y salgo fuera, y entras dentro de lo más profundo de mi alegría, y le haces cosquillas. 
Por si no fuera más que suficiente con lo repleta que me hallaba de dicha... y me interpones en el camino lo más bello y a la parrilla... Me cocinas la ilusión con agua clara; sinceros bocados al alma que escriben con tu risa y con la mía: Gracias.

-Ehhh, No soy la vida, soy yo...¡compra pasta de dientes! 
-Ya se quién eres.