Rozando tus mejillas con mi pelo
Dormiría
Aún estoy despierta
Cuento diez
Y jugamos a echarnos de menos
Como en el instante en que nos conocimos
Yo cantaba con el palo de una escoba en India
Tú, hermoso, aparecías en mi vida
El universo implacable escuchaba mis agradecimientos
Y mi voz se tornaba profecía cuando entonaba al 'no poder olernos más'
Olería
Tú pelo debajo de mi rostro
En muchos países
En varios idiomas
Te amaría
Te diría
Con mis manos en tu pecho
Mon amour
Buenos días...
Y a pesar de todos los malos sueños
Hay una cosa que tengo clara como el viento de Islandia
Hay algo a lo que no temo ni un ápice
Sé que te voy a amar hasta que deje de ser
Y todas las noches me basta esa razón
Para seguir existiendo
De admirar desde un pequeño taburete tu miedo inexistente
Me muestro fuerte y nada ante ti
De una hora a la siguiente soy todo e insignificante
Me confieso en tu capilla de aquello que no quiero que sepas
Pero te digo
Porque siento la extraña necesidad de amedrantarte desde el principio
Como una prueba a Hércules
Como pidiéndote injustamente que seas héroe en esta historia
Y sobrevivas a mí
Me salen diversas cabezas con discursos contradictorios
Y todas a una atacamos al que se acerca
Al que me ama
Indiscriminadamente mis emociones, que ahora fluyen libres y sin presas de contención, entran en conflicto armado con cualquiera
Pero...
Sólo ante tí me confieso
Y te cuento mi mayor fortaleza
Tengo debilidades
Y las veo.