martes, 29 de noviembre de 2016

Ejercicios para la práctica de la escritura creativa

Cuando se despertó, sintió en todo su cuerpo la fatiga que solo puede proporcionar un largo y fuerte viaje. Se quedó unos minutos observando el cielo, recordaba haber visto vagamente el amanecer antes de dormirse, pero sin embargo era otra vez de noche. Debía de haber dormido todo el día. Se percató de que estaba a más de un kilómetro de la gruta, pero no recordaba haber caminado hasta allí. Comenzó a restablecer sus mecanismos internos con unos estiramientos hacia el cielo primero, y en el resto de direcciones después. Comenzó a andar hacia la cueva para buscar respuestas, ya que se hallaba solo en la desértica explanada, y necesitaba saber de su compañera y su adversario. Recordó el comienzo del duelo, se enfrentaba a un dragón o lo que en algún tiempo fue un dragón inmenso y digno de temer, y mientras su compañera le iluminaba. A partir de ahí todo se difuminaba y se tornaba de colores brillantes y un tanto excitantes. No entendía nada...

Cuando llegó a donde pensaba debía estar la cueva, encontró unas puertas de madera que dejaban ver los pies y la cabeza, debiendo empujar para mostrar al interior el resto del torso. Entró y se dirigió a los robustos hombres que ordenaban el local, diciéndoles que esto, según sus cálculos, debía ser una cueva. Ellos rieron y le pegaron una colleja no demasiado amistosa, le dijeron que estaba en La Cueva, taberna desde hacía dos generaciones. Pero al cabo de unos minutos de burla le preguntaron extrañados... ¿De verdad no recuerdas nada de anoche?, y eso le desconcertó. Si recordaba, pero no sabía si podía explicar con palabras lo que vivió. Salió del local y comenzó a caminar hacia donde se había despertado, para buscar más pistas. Y como quien busca encuentra, percibió algo entre dos coches. Su compañera estaba sentada en un bordillo de piedra. Encendía y apagaba una pequeña linternita que llevaba en el llavero cuando lo vio aparecer por encima de un capó, y le tiró las llaves a la cabeza. "Me tenías preocupada, imbécil..." Mientras él intentaba hacer memoria, ella seguí hablando con rapidez acerca de lo incomoda que había sido la espera, cuando de repente le frenó y le dijo... "Ya lo recuerdo, tu eras un candil de aceite, pero brillabas muchísimo, yo me enfrenté a un dragón que murió hace muchos años y tenía une ejercito de esqueletos... y las esporas de los hongos que habían crecido alrededor me turbaron el resto... Eras una luz tan bella..." Y sonrió. Entonces la muchacha lo golpeó en el hombro, lo besó, lo abrazó y dijo... Ayer te pegaste con el seguridad del bareto, creo que tus viejos amigos del curro te pusieron setas de las buenas en la cena.

Elena 
27 Septiembre 2016

Ejercicios para la práctica de la escritura creativa


No era él, lo sabía porque pudo recordar con claridad, aquel caluroso día de primavera en el que se cagó en los pantalones, y no se parecía en nada a esto. No, no era él. No era el miedo el que tocaba ahora a la puerta, de lo contrario le habría recorrido un escalofrío tan ardiente y petrificante que le habría, cuanto menos, hecho segregar alguna gota de sudor. Ni si quiera se le ocurrió chillar o correr cuando vio la sombra por debajo del portón. La entrada era exuberante y parecía llevar dormida más de cien años. La naturaleza se estaba apoderando de ella, pero las secas y podridas hojas del suelo, se habían desplazado recientemente como si alguien la hubiera abierto lo justo para pasar con cuidado entre las dos grandes alas. Y es que se asemejaban realmente a dos inmensas alas. Las viscosas telarañas que las cubrían intensificaban el símil. Sin embargo no eran unas alas como las de un ángel o una paloma. Era una puerta con alas de muerte, y el miedo ya no tenía cabida en semejante situación.

Elena
8 Octubre 2016

Ejercicios para la práctica de la escritura creativa


La nube de polución que cubría su cuerpo era espesa como la espuma de afeitar, pero los tonos verdosos, el fortísimo hedor y la transparencia que dejaba ver el horrendo núcleo de la nube, -el cuerpo- la hacían muy diferente a ese limpio y blanco ungüento que me refrescaba cada mañana la cara. Esa mañana no pude afeitarme, el olor a podredumbre me despertó temprano, y caminé con los ojos pegados un rato hasta que encontré la fuente de mi despertador, y se abrieron como lunas despegando el cielo bruscamente de su órbita. Su rostro me resultaba familiar pero no lograba adivinar con exactitud de quien se trataba, o se había tratado. Además no concebía como podía verse tan vivo, un ser que en apariencia, llevaba muerto por envenenamiento o brujería ya mucho tiempo. Todas las cuestiones que pasaron como un rayo por mi mente, se vieron resueltas con la misma rapidez con la que se habían planteado. El ser putrefacto se levantó, me chupó un ojo primero, y me pellizcó el lóbulo de la oreja, entonces...solo entonces lo vi todo claro.  Mi padre no había desaparecido.

Elena
15 Septiembre 2016

Ejercicios para la práctica de la escritura creativa


Llevaba atrapada mucho tiempo, había dormido durante años en el interior de esa jaula de carne y huesos. En el letargo había escuchado, vagamente y en la lejanía, una voz particularmente conocida que la llamaba. La decisión de despertarse, sin embargo, no corría a cuenta de la voz ni tampoco de la propia encerrada. Su dormitar era un continuo respirar flojito para no gastar las fuerzas de la vida en un sueño muy largo, esperando a que el momento preciso llegara a sus vidas, agarrara las cabezas de la voz y la enjaulada, que eran la misma, y las zarandeara para iluminar el hueco donde la luz tanto tiempo se había mantenido apagada.  Y entonces, un súbito resplandor saldría despedido por los dedos de la cárcel, del cuerpo, y se abrirían de un portazo y golpeando lo que se les pusiera por delante, las puertas a las infinitas historias que tenía que contar, la idea se liberó de las garras del descanso perpetuo, y vivió.

Elena
11 Septiembre 2016

A las cuatro y cuarenta y cuatro

A las cuatro y cuarenta y cuatro
me paro.
Miro el fuego, oigo la lluvia
y escribo con una mano;
con la otra sostengo algo,
mudo la piel y destapo las palabras.
Carraspeo,
había que algo decir...
un millar de palabras desordenadas,
centenares de páginas que ahora plasmo
en lo alto de las redes
para ver como me caigo
en cuadernos de hoja en blanco
-tengo varios, y muchas cosas que transcribir-
y quien sienta la mirada
ahí detrás de la explanada
quienes veis como he crecido
y como sigo, y como bailo
decidme algo
dadme un regalo
una sonrisa. Algo ha cambiado
si en reloj está avanzando...
y ahora amo
más que en vida, a mi presente
y suelto lo que quiera que me ataba la otra mano
y comienzo la carrera de los diez dedos por el teclado
y me despido del parpadeo de cada día
para caer en el sueño de cada noche
único y persistente en ser especial
con la grata compañía de un abrazo
y de la vida....eternos ambos
Para algunos buenos días...
Para mi, dulces sueños.

Elena

27 Noviembre 2016 

Hoy al mundo renuncio

"Hoy al mundo renuncio"
canta algún músico en su guarida
Y aquí en la mía
El cielo gruñe y chilla
con el crepitar de la lluvia en el suelo
Intensa y perspicaz
Avivando la luz de las paredes blancas
y apaciguando en mi tejado
las ideas que se encienden y se apagan
Se tumban, se levantan
Y cambian las tejas de colores
Siendo infinitas y únicas
Variación de sensaciones que me avivan
Se entremezclan las canciones
al tiempo que prevalecen los roncos de las nubes
que abren la puerta a la activación de los dones
Y se excitan las palabras, los pinceles y las alas
Se deportan los miedos a la entradilla de mi casa
pues existe entorno a mi, cada día más inmensa,
una burbuja de actitud y certidumbre
que los deja en el balcón y los aparta
La bruma avanza, pasa
y destapa en los contrastes del paisaje
la esencia del cegarte y después ver.
El espíritu; aprender, desaprender.
"Hoy al mundo renuncio"
chilla algún joven en su almohadón
y aquí en lo confortable de la vida, del amor
de un hogar fabricado en al compañía,
ideal en la imperfección
Yo le doy la bienvenida a la creación
Descubriendo de esa forma
la multitud de posibilidades que se nos brindan
enteras y reales como un planeta cualquiera,
-Bueno no... como uno muy lleno de vida-
de conformar el mundo que tu quieras
siendo un reflejo del mismo
Aportando tu pequeña piedra
Afuera llueve, y aquí, dentro de mi ser
-que se extiende un poco más allá de mi cuerpo -
me abstraigo de los mundos de odio y de pena
Y me doy cuenta del poco espacio que hace falta
-y de todo lo que abarca-
respirar y estar completa.
Crecimiento continuo, exponencial y perpetuo
de mil tierras que son una.

-"Hoy a lo malo del mundo renuncio",
doblo con cuidado todo lo bueno
y me lo guardo en el bolsillo,
mientras la lluvia entristece a los cobardes,
unos cuantos nos acurrucamos en nuestras pasiones
y se nos permite ser los creadores de una cálida tierra de felicidad y plenitud.
Y la lluvia nos emociona...y nos apetece vivir y cantar.

 Elena
22 Noviembre 2016 

Caerme en tus brazos


Saltar en la cama
Llegar a las nubes
Jugar con los mocos
hacerlos redondos
Buscar en sus formas
Ciudades, países
Rascar en el horno
Limpiezas a fondo
Romper las encías
Lamer las heridas
Leer en tus ojos
Sentirte en las letras
Cambiar la compresa
Matar los tapujos
Nos baja la regla
Lloramos a medias
Rompemos enteras
Pintamos las mierdas
Ponemos incienso
Y así, evitamos que huela
Disfraces, matices
metáforas, pezones
Mujeres del mundo
sobacos peludos
Nos mandan corruptos
hay queja en las tejas
cimientos ausentan
Yo paso, la apago
y "vivo feliz", 
me dice mi abuela
por no escucharlo
Relaaajo,
Del mundo me bajo...
Me voy a dormir
En sueños de otoño
con frío un instante
Y luego a mi lado
Calor y regalos
Despliegue de abrazos
Un culo pedorro
y seis estornudos 
¿Y el universo? Que viva en mi adentro
Y mañana tendré sangre en alguna parte
Y me tiraré un viento muy sonoro
Y me sacaré lo acumulado en mi nariz
con la llema desnunda de mis dedos
Y seguiré siendo la oveja negra más colorida del lugar
Y habrá quien me entienda
y quién no...
Y la existencia seguirá siendo tan bella.... 
más bella que la poesía que nos gobierna. 
Y la rima se me quedará pegada en las legañas...
Y seré vida, y amor. 
Y me dará igual como acabar cualquier parrafada de letras... 
Pipaaapoooololoororo

Elena
27 Octubre 2016

Más chulilla, otro hogar.

Chimeneas encendidas decoran los olores de la tarde.
Nublada y luminosa, más blanca que gris, reposa una Chulilla vespertina y viva.
Se relajan los corazones en el hogar más idóneo y perfecto de un ahora, que ya es siempre por el resto de la eternidad.
La lluvia se arranca en el instante en que decido escribirle a las nubes, que me protegen de lo que hay arriba y mojan la tierra...
El suelo, que no es mío, y sí lo es, emana los vapores de las entrañas de un planeta que aún conserva un pedacito de esperanza. Y algunos conseguimos sentirlo.
Y supervivimos los afortunados, concienciados de que todo lo que se venga es un regalo. 
Y nos mojamos la cara y las manos, nos estiramos.
Y proyectamos, pretendemos y procuramos que una gotita sume a la ecuación la cifra precisa, para que el significado real del amor explote en la mente de la humanidad.
Y en ocasiones, sí, lo logramos. Por un momento, sumamos algo, cambiamos algo, y el universo reconfigura lo imposible, y te ves recompensado, infinitamente y con "pensados" y ligeros sentimientos de gratitud que te equilibran la balanza, con cierta ventaja hacia lo bueno, que levanta la sonrisa hacia los ojos.
Vino la lluvia más bella que se pueda imaginar, a refrescarme la cara con su color cambiante. Besé con lengua a la mirada que la traía, y la felicidad que ya era propia, que ya era mía, se aceleró...
 (...)

Elena
19 Octubre 2016

De pompas de jabón y otros placeres aparcados

Se mantienen intactos mis dedos, intactas las teclas del teclado, intacto el tacto de manos que escriben a la no escritura, a la supuesta cordura del quedarse parado.

Elena
10 Octubre 2016

Idea especial


Porque el mundo esta repleto de soñadores, o para ser más precisos, de las creaciones que esos soñadores un día generaron en sus creativas mentes. Lo proyectaron y lo plasmaron, y nos quedan tantísimos resultados de su arte... Tantos que parece imposible llegar a nuevas y originales ideas que nos hagan únicos y especiales. En alguna parte de mi ser, muy en el fondo, tengo claro que no es del todo cierta esta afirmación, aunque la crea verdadera a grandes rasgos. Y le falta razón porque es obvio que toda idea partió antes de la inspiración de haber leído, visto o vivido otra anterior. Y todas las nuevas son únicas,... pero no lo parece... ¿a que no? parece ser la copia de algún grande que lo dijo mejor, más ordenadamente, con palabras más bonitas y profundas...

El norte y otras magias


Frostrigüero, el pájaro camarero. Mide seis metros, es de color escarlata y esta siempre cabreado con los que van al karaoke y desafinan.
Menos mal que el galapalo siempre rie y no es camarero en un restaurante de lujo de las afueras...menos mal que es un humano al que le gusta la lechuga y el aguacate.
Teverga inspira y entra en los pulmones....

26 Septiembre 2016

De los pequeños y los grandes placeres

Gracias, he de decir lo primero, a todo el que haya sido una mínima parte responsable de que hoy este escribiendo sobre esto. De que haya nacido con esta capacidad innata para sentir. De que los placeres más ínfimos sean para mi oleadas de sonrisas. Y es que hay pocas cosas que den más placer, que cubrir tus necesidades básicas naturales. A estos los llamaremos "los grandes placeres".
Ese momento en el que bebemos agua cuando más sedientos estamos, fría y revitalizante, es uno de ellos. Pero nada comparable al momento en el que abres un ojo en la oscuridad de tu cama, ves el reloj, y compruebas que te quedan algunas horas de felices sueños hasta que suene el despertador.
Y es que seguir con vida, sienta genial.
He intentado abordar el tema sin entrar en temas escatológicos, pero me es imposible. Hay que estar muy oxidado en la percepción sensorial, para no darse cuenta de que los momentos más satisfactorios que existen en la vida son estos dos: el segundo en el que el pis, retenido durante demasiado rato, sale de tu cuerpo para precipitarse al retrete, y los segundos después de hacer una caca feliz -aquella a la que no le cuesta trabajo salir, y que es compacta y limpia; no te ensucia-
Obviamente el criterio de clasificación varía según la urgencia de la necesidad. Es obvio que más feliz nos hará comer con mucha hambre, si lo que tenemos, en lugar de ganas de defecar, es un vacío estomacal que nos retuerce el cuerpo entero.

También existen, y son incalculables, los placeres que no pertenecen a este primer grupo de "necesidades básicas" (Beber, dormir, mear, cagar y comer) son los "pequeños placeres".
De estos hay millones, para cada cual varía según su personalidad o su espíritu. Según su capacidad para sentir. Por ello mencionaré los primeros que me vengan a la mente, sin plan narrativo ninguno.
Chupar la paleta de madera con la que has movido tus espaguetis a la carbonara, es uno de ellos. Chupar la paleta de madera con la que has movido la bechamel es otro. Chupar la paleta de madera -con muchas más cosas- es equiparable a meter el dedo en la sartén tibia y recoger los restos de comida que la cuchara ha abandonado en el recipiente, considerándolo "basura" -¡Estamos locos, es lo mejor de toda la comida.!-
Me viene de pronto el siguiente. Por pasos: Te levantas de la silla y el impulso que te dan las piernas para mantenerte erguido lo dilatas hasta estirar todo tu cuerpo en dirección al cielo primero, y en todas las demás direcciones después. (vamos hazlo). En mi experiencia personal, resueno como una carraca cuando me retuerzo de esta manera, y ese segundo que sucede al crak, es el de mayor relajación que existe.
Diría muchos como taparme con una manta en invierno y acercarme a la estufa después de haber pasado horas en la calle helada; entrar a un lugar con aire acondicionado un día de extremo calor; Poner los pies descalzos en el azulejo frío en pleno verano; o sonarte los mocos cuando llevas rato sorbiendo el agüilla que se precipita por la nariz. Cantar con gente fuerte y enérgicamente, matar al mosquito en el segundo en el que te quiere picar,  apostarse una fregada muy grande (o dos meses fregando) y ganar....
Pero todos, los grandes y los pequeños placeres, le deben una reverencia al "Placer" -nombre propio-. He hablado de cacas, así que me tengo que mojar hasta el final. No podía terminar de mejor manera mi divagación de hoy que mentando el placer de los placeres. Existe un momento, ese instante,- que bien se repite menos o más según cada cual- en el que te mojas hasta el infinito y más haya por unos segundos, solo o acompañado, en sueños o despierto, ese segundo en el que el orgasmo se apodera de todos tus miedos, incluso del miedo a la muerte-entendiendo "orgasmo" sin metáfora ninguna-, en el que te sientes más vivo que nunca, más vivo incluso que echándote a dormir después de un largo día, o más feliz que replegando el chocolate del cazo.


Elena
10 Septiembre 2016 

Del tiempo, el universo y el agua

El tiempo.
Entendido como una dimensión con múltiples direcciones.
Agradable cuando tienes lo suficiente,
como para perderlo sin remordimientos.
Libre.
Asfixiante cuando corre más rápido que tú.
Vuela.
Restrictivo cuanto te lo imponen.
Limita.
Lleno de aventuras para quien lo encauza a su favor.
Feliz.
El tiempo.
Entendido como el tesoro más preciado que se nos regala al nacer.
Apresurado en los primeros años,
donde todo es descubrir y vivir.
Crucial.
Gordo y lento si te conformas con verlo pasar desde la ventana.
Mortal.
La ventana digital.
Letal.
El tiempo.
Un milenio.
Un mes.
Una hora.
Interminable tortura mental,
algunas veces.
Eterna.
Algunas veces en el tiempo,
una pulga en el destino;
o la pulga de una pulga...mejor dicho.  
Fugaz.
El destino.
El destino es: el tiempo pasa.
Es tempus fugit.
Es "haz lo que te de la gana".
El destino es carpe diem
y es "pierde el tiempo".
Es lo que tu elijas hacer,
mientras los relojes tictaquean sin descanso.
El tiempo es como el agua.
Cinético.
Siempre fluyendo;
más rápida, más lenta o estancada.
Pero nunca quieta.
Creciendo y siempre nueva.
Siempre más.
Cada vez superior.
El agua es siempre la misma,
-Agua-
pero ninguna gota se repite.
El tiempo, en esencia, es el único conocedor de la verdad.
Cada minuto es diferente a cualquier otro minuto.
Cada gota crece cuando pasa del río al mar.
Crece en minerales y sabiduría.
Los minutos se engordan con la experiencia del universo.
El cuerpo es parte del tiempo.
Efímera fracción de una mota en el todo.
La energía es eterna.
Hasta el retorno a "la nada".
La ciencia, la literatura, la música, el dibujo, la fe, el amor.
Son los minerales de la energía.
Cada minuto de cultura ensancha el océano del saber.
Y cada día hay más agua, más sal y más consciencia.
Inevitablemente, y aunque se construyan presas pro-desinformación.
El agua siempre sigue su curso.
Los relojes permanecen moviendo imparables sus pequeñas manitas.
Y el conocimiento continúa su recorrido de crecimiento y progreso.
En cada uno.
En nosotros.
En cada gota,
conectada irremediablemente con el resto de las gotas.
El universo es como el agua.  
Somos parte de un todo conectado.
Lo somos en vida y en muerte.
El tiempo, el agua, el universo.
Nacerá, crecerá y morirá como nosotros.
Una gota sucede de otra gota.
Un minuto empieza en el que termina.
Mientras el universo aprende y evoluciona,
nosotros gastamos el tiempo
escribiendo acerca de océanos por descubrir,
o tirados con la mente inmersa en banalidades.
Y así crecemos.
Nos mojamos
y amamos.
Crece el todo.
Se enriquece el tiempo.
Y es que somos nuestro tiempo.            .




Elena
11 Septiembre 2016

De la disciplina y del fluir

Nos forzamos a leer, a hacer deporte, a comer sano.
Nos obligamos a querer, a levantarnos por la mañana, a dormir temprano.
Buscamos la disciplina.
Eso es lícito.
Las causas de nuestra búsqueda, sin embargo, cabría someterlas a juicio moral.
Cada uno, consigo mismo.
Cada uno, en lo más profundo de su ser, ya que es en este inmenso lago subcorpóreo donde vemos reflejado nuestro deseo más auténtico.
Es en menos o más ocasiones, -siempre depende del quien y del cuando-, que descansamos de tal ominosa tarea de aprendizaje auto-impuesto, y nos dejamos llevar por el camino de la pereza, la rebeldía, la pasión, el placer... y ocurre algo maravilloso.
Las fuerzas se destensan, ya no duele tanto.
Leer deja de ser una obligación, y  los banquetes de letras son copiosos y sabrosos. Ya no sabe a brócoli.
El momento exacto en el que fluyen tus movimientos es difícil de encontrar, porque te busca él a ti. 
El momento se presenta y hay que aprovecharlo precisamente con el propósito con el que ha venido. Tal vez el momento se presente para descansar, o quizás para bañarte en cascadas. Llega el instante y dejas los vicios -no antes-. Y luego el instante se va y retornan las ganas de estirar o de cantar.
Andamos con la certeza de que encontraremos una hora para salir a correr, nos forzamos y la encontramos. Dejando que fluya, sin embargo, esa hora la dedicamos a lo que necesitamos en ese instante... a amarnos, a escribir, a dormir... Y otra hora nos encuentra cualquier día y correr se convierte en el rey de los momentos felices.
Pasamos meses escalando paredes y sin agarrar un pincel... nos dejamos llevar; pero cuando sentimos que los ánimos para salir a la montaña han cesado por completo... cuanto tenemos que volver a forzarnos para algo, en ese preciso momento en el que nos percatamos, es hora de volver a fluir, de manera diferente. Cambiante. Creciente.  
Es hora de pintar, cocinar mermelada de mora, volverte cinéfilo, patinar sobre hielo, hacer el amor, escribir una historia, meterte a una carrera, cuidar tu dieta... Es hora de viajar, física o mentalmente.
Atento. Vive con el miedo a empezar una nueva relación estrecha con cualquier tipo de arte, de enseñanza, de persona o de hogar, porque el miedo es parte del proceso. Véncelo sin matarlo, solo aprende a convivir con él. Vive con él, y él derivará en la claridad. Pero cuando tengas que imponerte ese vínculo entre tu y "lo que sea", cuidado; que sea por disciplina, y que esta tenga buen fondo. (O parta de una necesidad irrevocable - y estos casos abundan demasiado-) Que no te domine la vanidad, la imagen, la presión social, que sea por ti, y para ti.
Tampoco pretendas imponerte la buena voluntad...pues estarías presionándote  para algo para lo que aún no ha llegado tu hora.

Nos forzamos a encontrar las palabras con las que terminar una divagación como bien podría ser esta, cuando realmente, el momento de las palabras, junto con ellas, nos están esperando en un "luego" que aguarda nuestra llegada con paciencia.

Elena 
10 Septiembre 2016

Carbaieiras enmeigada


Bienvenidos a mi casa de piedra Señor y Señora Caramok. Debéis de saber que esta casa es solo para duendes, brujas, goblins, y ninfas/ hadas del bosque. 
Veo vuestras caras de duende, y os permito la entrada. 
Adelante.
Alante
Ante
Te.
Las ondas no llegan. 
Los duendes no le permiten la entrada.

Elena

28-Agosto-2016

Juguemos

Urifriski 
Carotero
 
Cagataco.
Saltimbaki todo el rato.
 
Me engatusó un pequenio goblin...
Y esa cara -cara esa-me dejó...
Ese pelo despistado no iba ahí....
Cejotero 
Trompetero 
Mouglinato 
Tortaso imbesi cabesa. 
Puuuum. 
Felicidades yo.
Eso se puede?
Homeee clarr..y mas hoy.
Ruta.
Mapa
Rata
Arañas
Muchas
Muchaaaaas
Buaaauuu...cuantaaaaas.
Locura
Montura
Tortura
Que nooooo..
Que dise ompare
Mocpedo
Plano
Curvo
Buchito
Rebujito de silbidos
Piiiiii.....
Y mucho más 
No apto para adultos.

6 Agosto 2016


Los obstáculos del artista

Escribir no es un arte fácil...es sencilla cuando te nace, pero no es fácil. Ningún arte lo es - cabe escribir- y todas lo son a la vez. 
Existen hoy para mi, dos impedimentos que se interponen entre las letras y mi necesidad de expresión.
 
El primero me viene dado por mi amor a la posición horizontal. Tumbada en una roquisla de tamaño para dos, en medio del curso de un rio que era hielo, y ahora no, disfruto de las copas de los árboles, que el cielo despejado bebe para alegr
arse la tarde. Es una perfecta posición para sentir, compleja postura si quiero escribir... ya no solo por el hecho de no poder apoyar el papel en el aire, si no porque el boli puntarriba no entinta más que media frase...y luego se difumina, se apaga, ya no camina. 
El segundo impedimento, mi tendencia hacia el despiste, que ha hecho que me quite mis libretas del macuto. Llevar tantas me confunde, y al final de la jornada, solo llevo en mi mochila un gran libro, que no leo, y unos cuantos crucigramas. 
Se le suma un tercero, un tercer impedimento, a medida que me expreso y comprendo lo relativo del peso. Se me duermen los dos brazos, ya la sangre me abandona, sin reparo de las manos. 
Pero nunca vi problema, que no tuviera solución. Siempre hay viento de esperanza... y si quieres, pues avanzas. 
Al primero busco un lápiz, que pinta sin los reparos de la tinta. Corto, pequeño...así como me enseñaron a apreciarlos, es perfecto para guardarlo, para encima siempre llevarlo. 
Para el segundo, el del papel, con el dorso de la portada de un librillo de crucigramas, ya me va bien... una libreta no es menester. 
Para el tercero, el de los brazos, he de pararme en cada frase, y reespolsarme, recuperarme, vuelve la sangre, sigo escribiendo, calmo mi ansia por expresarme. 
Dos problemas y medio... y mil soluciones que los convierten el poesía.

Elena
5 Agosto 2016