jueves, 19 de enero de 2017

Rabia transmutada en verso

Respiro,
cuento las soplidos necesarios hasta alcanzar la calma.
Contengo,
canalizo y transformo en gotas de cariño la rabia.
Me retiro,
y procuro deshacerme en cuanto puedo 
de los sentimientos inconvenientes 
entre la lluvia y los pañuelos.
Débil y cobarde,
es bastante probable 
sean llamados el llanto y el desvelo;
signos de fragilidad 
al no soportar los vientos.
Pronto acierto, 
sin embargo de este resto, 
de que es fuerte el que no quiere rabiar por dentro,
el que deja que le fluya el sentimiento.
Y me cercioro de que tan solo es un método,
uno más entre un millón,
de agarrar lo que te quema
-como puedas-
y expulsarlo de tu cuerpo.
Liberar culpabilidades,
calmar las hormonas,
deshacerte de ello;
Plenitudes que llegan cuando ya no estás lleno.
¡Agarrad por los huevos a cualquier contratiempo
ya sea muerte, goteras o migas en el pelo,
-es lo que promulgan mis voces de adentro-
y soltadlo en formas diversas, caedlo!
Les contestan con firmeza a las otras que comentan
sobre aquellas frustraciones, 
-las que pesan-.
Y llegados a este punto,
cada uno como sepa,
como bien haya aprendido,
con el hábito adquirido, 
que desprenda de sí mismo lo dañino.
Cada cual, cada día, 
sin castigo si varía,
que escoja su forma de vida
Que reviente de rabia 
o la guarde escondida
que la expulse con whisky,
senderismo o rencor, 
que haga algo o que no,
que escriba o pelee, 
que malhable o pasee,
con el fin de alcanzar la armonía
la interior principalmente
y como no, 
la que ha de reinar en compañía. 

-Y como sí, la compañía, la real, la que ama, regala calma- 


martes, 17 de enero de 2017

A ti.

Un beso largo
y cuatro subibaja de los párpados al otro lado. 
Allí viento helado,
aquí ocho raciones de calorcito relajado.
Letras, tortitas, retratos,
sinónimos de te amos.
Te canto un relato,
claro resultado de coger mi tiempo,
de plegarlo en seis cuadrados,
torcidos e imperfectos
y meterlo en una caja de cartón para guardarlo.
Te lo entrego a sabiendas
y me aprietas las piernas.
Paseamos al lado
enlazando las almas.
La armonía las cubre,
y el bosque, las babas;
esa selvática barba
entre tu boca y la mía
que nos invita a adentrarnos
más de noche, que de día,
que nos incita a quedarnos
y a jugarnos la baraja en compañía
Cuando me escondo
en su cara sur,
oigo voces y ruidos extraños
son los seres silenciados
Vivos y obrando, sí...
pero por seguridad
suya y de la de todos,
sobreviven ocultados;
tienen rostros y nombres raros,
y las patillas las han vetado.
Dos docenas de abrazos
Uno por cada hora del día
mantienen mi mundo calmado,
se duermen los personajillos
entre rizos y cromados.
Ojos grandes, limpios, claros,
Y más besos,
estos cortos, vinculados,
finiquitan lo que sea haya empezado
con poemas o retablos
y retorno con mi muso
el regalo de mi karma acumulado,
el presente que por causas del destino
permanece aquí a mi lado
con sus mocos, sus dibujos,
y sus nidos de águila
que no rima ni aunque quiera
pero me parecía de especial interés comentarlo.
Bah, para que ponerle final...
si te amo.


viernes, 13 de enero de 2017

Bajo los efectos del color

Pensamiento inquieto llamea mi rostro
y caldea mi vida;
Busca y siempre encuentra
nuevas, grandes formas
de atisbar la melodía.
Visiones de un lejos más allá del tiempo
y sueños de adentro;
tribales influencias de un respiro.
Limpiezas de base
clarean mis ojos al abrirlos,
y al salto pueden verlo;
Mente cromada en movimiento incesante,
agitada y deformante de cuadrículas
fronterizas de lo otro.
Cuerpo en la pereza
o pereza en el cuerpo...
ardua tarea el convencerlo
pero llega siempre a tiempo
el momento de estirarlo, levantarme,
el instante "dicho y hecho".
-Dicho tres mil veces;
dicho en la de antes 
de la última del hecho.-
Vestida la casa se queda,
bajo los efectos del teñido
que jugaba con espirógrafos
en las tardes de descanso.
Curvando el sendero observo
paredes y tizas, velas o manteles
y lo bebo.
Me despierto en cualquier día,
en cualquier viento,
insignificante y fugaz.
Mucho menos nimio y más transcendental
para mi que para el resto,
y veo esto.
-El color y el movimiento-
¿serán mis ojos,
o lo que queda detrás de la polvareda,
del odio y todos sus derivados?
Tanto si es filtro, cómo si es cierto,
Los arcos de la lluvia me revolotean por dentro
y eso hago.
Pinto, de cualquier forma,
escribo, beso, tiendo, hablo.


domingo, 8 de enero de 2017

Mi yo salvaje cabalga

Es incluso reconfortante.
Significa calidad de olores
y placer de vida.
Es paisaje y campo base,
la enciclopedia de la introspección
en cada soplo de aire.
Es mi casa en buen paraje
o cualquiera, me imagino,
si se tercia que hay un par
de razones detonantes
Una es monte, tierra y agua
otra vida en mano amiga,
el amor, la compañía;
y aún rebosa todo encima
si sinceros son los vientos
que en brisa se convierten
cuando bebo del aliento
del cortao de la montaña
que me abraza y me acompaña.
Además de todo eso,
por si no hubiera bastante, 
me permito libertades
el dormir por la mañana
y otras tales...
Relajarme al sol de enero
disfrutando del ároma 
de las plantas de tomillo y de romero.
Todo esto reconforta,
pacifica, enamora.
Significa ser esencia,
y hacer lo que me dicta la conciencia
Siguiendo el paso de la intuición
mientras oyes esa voz
que emana de tu cuerpo, y del mío,
de algún recóndito rincón
De un inóspito huequecillo 
más adentro del corazón.
Mi yo salvaje cabalga
Al compás del viaje del alma
Y es incluso reconfortante.


domingo, 1 de enero de 2017

De los sueños y el sentido. De la vida. (1º del año)

Cierro los ojos;
la luz ha cesado a mi alrededor.
Los sonidos, el movimiento,
y otros tantos de la misma categoría,
también parecen haber terminado la jornada.
En pocos minutos
el frío desaparece,
este sí, por completo
de nuestros cuerpos.
Sin embargo algo se enciende
con luz tenue y anaranjada
dentro del subconsciente,
del cerebro,
o de cada alma.
La luz de fuera
tan apagada y ausente
se ve sustituida
por lo que es en la noche,
en los sueños,
su equivalente;
guía a lo de más allá de la razón.
Intuición
que aparece en forma de metáforas
o encriptados diagramas
en los berenjenales oníricos de nuestras siestas
y nuestras mañanas
que sin ruido se enmarañan
de miedos y deseos
de música y de vuelos
de carreras, guitarras,
pecados y pesos,
de cuchillos, de libros y de ratas
y también de calmas
y escaleras ¡y de ideas!.
Sueños, noches,
que se plagan de disfraces y personajes...
Con todos los post-recuerdos
y algún que otro pre-re-cuerdo.
Curvando la línea del tiempo,
saliéndose de ella, previniendo,
viajando por su curso... volando o con la bici.
Y nos narran como un cuento
todo lo caminado -más lo de antes-
con su 'memoria especial', genética, molecular...
nos dan algunas pistas del camino por andar,
Y en la línea de destino pone "¡Amad!".