jueves, 18 de mayo de 2017

La montaña de mis ojos

La imagen puede contener: cielo, nube y exteriorEn el inmenso y diminuto 
paraíso de mi mente 
cierro los ojos y vivo
Abro la mente
y recuerdo la esencia. 
Termino con un suspiro denso
y retiro el parpadeo;
Luzco el iris
y descubro enfrente suyo
el diminuto lugar en el cosmos
ese inmenso paraíso
que es el viento en la montaña
de la que tomo aire
y a la que doy palabras.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Oh linda casita.

¡Oh casita dulce y colorida!
Morada de los sueños que aún no hemos cumplido...
porque son bellos estos, señorxs míxs,
mucho más que los colmados.
-ya me entienden, siempre más.-
Nido tierno lleno de vida,
en el tejado de la guardia más perfecta,
en la almohada más mullida
y en los ojos más profundos.
Me retiro sin apenas cargo de conciencia
al lugar donde los mosquitos violan,
donde las almas perduran,
donde se encuentra de nuevo la vida
y la felicidad llora;
mas no de pena, si no de ser ella misma
-la felicidad llora de felicidad,
por si no había quedado claro.-
Se entusiasma al solo hecho de existir,
y me enloquezco de risa al ver que entra
entre cada célula de nuestro ser, de ti y de mi.
Oh linda casita, en uso, entera, por fín...
y tan bonita, que adquieres aromas al paso de días
inciensos, manjares y objetos viajeros
de tantas partes del mundo...
y más que aún no veo,
por aquello del siempre más, y de los sueños.
Cueva mejor que ninguna
sirve de aeropuerto para ciertas aves,
de escenario para ciertas vidas
de despacho, bar o santuario
Ohhh linda ca, sita...
cuanto agradezco a cada ladrillo
y a cada mano
y a cada mente...
y claramente a quien lo sabe sin que lo mente
todo esfuerzo, peso y euro...
¡Gracias pequeño... enorme hogar!
por dejarnos dentro tuyo descansar y disfrutar.



Feliz armonía tranquila de la nada y el todo.

Se me escapan las ideas ente los dedos,
se resbalan por debajo de mis cejas;
mientras, con los manos tensas aprieto.
Exaspero delante de mis palabras,
crujen vacías, y caigo falta de habla.
Redoblo los sentidos de las totalidades,
los tonos que se destiñen en telas que aún no existen.
Me enciende la falta de lo que sea,
y aclama con rabia la inspiración,
se enfrenta, fiereza ante que no lea.
En la suprema felicidad
los papeles frenan en blanco.
Se ralentiza el aprendizaje de ciertas cosas.
El amor retiene a mis uñas
y el tiempo se hace presente en extremo,
tanto que delego mis quinientas aficiones
y busco, por no perder la costumbre...
algo nuevo que me canse las neuronas,
que me sirva como excusa al fanatismo innecesario
y me quite las palabras de los dedos
para darle las sonrisas a mi boca.