Uno:
Cuento con que la dicha y la alegría
llena mi vida;
y al hacerlo, en el oportuno segundo
en que lo creo...
lo creo también.
Dos:
Persigo la pequeña luz
que ilumina mi intuición
atendiendo a cada señal
y entendiendo el rozar
como verdad universal del amor.
Tres
Quedarán pues las preguntas existenciales
y el resto de las cuestiones
en un estado de espera semipermante
que se alargará tanto tiempo...
Cuatro y cuarenta y cuatro:
...como tarde esta noche en acariciar
el contorno de tu barba con mi mirada
y los muñecos saltimbanquis
de tus iris camaleónicos-
Ocho:
-se revuelquen entre tu ojo espía y mi boca
y el infinito sea el instante que conectamos
y el resto nada.
Luego todo cuenta.
L:
Senti-dos sin más
sentirlo, por tanto,
tentarlo.
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