viernes, 10 de febrero de 2017

Me arde el pecho

Impregno la nariz en tu espalda
Inspiro hasta el último ápice de tu olor
A fuego lento me preparas los minutos
Desgarro el aire que nos separa para respirarte
e intento con fuerza y en vano
que no se me vaya de las manos
Espasmos y gritos descontrolados
que hablan lo que no se como explicar
Lo que ya te he dicho mil de veces
y aún sigue ardiendo en mi pecho
Por eso regreso al papel,
y te escribo un nuevo poema
Me cantas mientras friegas
Me encantas todo el rato
Me siento la maldita reina del mundo
no...la diosa del universo,
aquí despeinada y sin duchar
con cara adormilada,
desayunando mi más preferido manjar
El sentimiento que me plena
es más grande que el amor,
más irracional que la locura
y más bello que cualquier flor
de cualquier jardín repleto
de diferentes y coloridos pétalos,
más bestia que una fuerte pelea
entre campeones de lucha libre,
incluso más feroz que una ceja partida
de la que no deja de brotar sangre
Es intenso y colosal,
y lo mejor de todo: ES.
Me hiela las manos y los dedos
si no lo escribo, si no lo digo,

si no te huelo.

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