En el silencio de la noche, las mentes florecen.
Los encadenados sueñan con volar,
unos pocos vuelan con sus sueños,
escriben, dibujan, crean las corrientes de aire
que los mecen en el cielo
oscuro y vivo.
Los buenos propósitos llenan la boca de la conciencia
y se prende la llama de las intenciones.
La luz, más tenue que en ningún momento del día,
baña mi piel de la textura suave y perfecta que en ocasiones
anhelo
Las imperfecciones se vuelven nimiedades ante lo
impresionante de la madrugada.
Tu respiración se escucha más y mejor.
Mis oídos perciben hasta ese extraño zumbido que se queda
tras horas de ruido y trajín...
Se agudizan los sentidos, y se calman los latidos de mi
cuerpo.
Me despido con necesidad de decirle mucho más a lo profundo
de este momento,
pero lo siento.
Y eso me vale, vale por hoy... vuelve el intento
Y mientras sueño que me libero de los grilletes,
busco y encuentro,
leo y florezco,
como las mentes en la noche...en su silencio.
6 Julio 2016
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