En una inspiración le cabía la grandiosidad de un momento...
milésimas de segundo para despertar en medio de realidades selváticas que
apenas aportaban oxígeno a sus pulmones.
En cambio, carraspeaba y rompía sus consejos con libre
albedrío... rascaba con ganas las marcas de los cuarenta ladrones de sangre que
habían pintado -solo- sobre una pequeña parte de su dolorido físico. Los
exponentes se habían elevado por encima de las ramas más altas, y chillaban en
frecuencias imperceptibles para ciertos seres
vivos.
Perspectivas de cercanía que variaban, cuanto más distanciaba el
iris de sus secas palmadas en el pecho.
-Medias, enteras, carreras y piernas.-
-Frutas, vestidas, sin ropa y con hierba.-
-Medias, enteras, carreras y piernas.-
-Frutas, vestidas, sin ropa y con hierba.-
Clásicos que reiterando delimitan su camino, cercando al máximo
la dimensión de sus destinos.
-Causa, efecto, cláusula, el defecto perfecto, puntas de flechas guardadas-
-Sílex en almas, tratos metálicos que al roce, les queman las ropas, los juegos, las ganas de armas, las presas y camas-
-Causa, efecto, cláusula, el defecto perfecto, puntas de flechas guardadas-
-Sílex en almas, tratos metálicos que al roce, les queman las ropas, los juegos, las ganas de armas, las presas y camas-
[En una expiración no le cabía el mundo.]
Elena
28-junio-2015
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