lunes, 28 de noviembre de 2016

A este poema no le cabe solo un título


En una inspiración le cabía la grandiosidad de un momento... milésimas de segundo para despertar en medio de realidades selváticas que apenas aportaban oxígeno a sus pulmones.
En cambio, carraspeaba y rompía sus consejos con libre albedrío... rascaba con ganas las marcas de los cuarenta ladrones de sangre que habían pintado -solo- sobre una pequeña parte de su dolorido físico. Los exponentes se habían elevado por encima de las ramas más altas, y chillaban en frecuencias imperceptibles para ciertos seres vivos.
Perspectivas de cercanía que variaban, cuanto más distanciaba el iris de sus secas palmadas en el pecho. 
-Medias, enteras, carreras y piernas.-
-Frutas, vestidas, sin ropa y con hierba.-
Clásicos que reiterando delimitan su camino, cercando al máximo la dimensión de sus destinos. 
-Causa, efecto, cláusula, el defecto perfecto, puntas de flechas guardadas-
-Sílex en almas, tratos metálicos que al roce, les queman las ropas, los juegos, las ganas de armas, las presas y camas-
[En una expiración no le cabía el mundo.]

Elena
28-junio-2015

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